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¿Qué ciudades están cerca de Venecia, Italia? Explorando destinos cercanos

¿Estás planeando un viaje a Venecia y te preguntas qué otras ciudades puedes explorar en las cercanías? Estás de suerte. El norte de Italia está lleno de encantadores pueblos y ciudades que están a poca distancia de Venecia. Ya sea que estés buscando sumergirte en la historia, saborear la cocina local o simplemente disfrutar de un cambio de paisaje, hay algo para todos. Permíteme llevarte a través de algunos de mis destinos cercanos favoritos que puedes visitar fácilmente mientras te alojas en Venecia.

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Padua: Una Ciudad de Aprendizaje y Arte

Primero en la lista está Padua, o Padova como la llaman los locales. A solo un corto viaje en tren desde Venecia, Padua alberga una de las universidades más antiguas del mundo, establecida en 1222. La ciudad tiene una vibrante población estudiantil, lo que le da un ambiente animado y juvenil. Comienza tu visita en el centro histórico y dirígete a la Capilla Scrovegni. Esta joya está adornada con frescos de Giotto, que se consideran algunas de las obras de arte más significativas en la historia del arte occidental.

Pasea por Prato della Valle, una de las plazas más grandes de Europa. Es un lugar perfecto para un paseo relajado, flanqueado por estatuas y rodeado por un foso. Si eres fanático de los jardines botánicos, no te pierdas el Orto Botanico di Padova, el jardín botánico académico más antiguo del mundo aún en su ubicación original. Este sitio del Patrimonio Mundial de la UNESCO ofrece un retiro pacífico con sus diversas colecciones de plantas y su importancia histórica.

Padua también cuenta con increíbles opciones gastronómicas. Desde acogedoras trattorias hasta elegantes restaurantes, encontrarás una variedad de lugares donde puedes degustar platos tradicionales como la pasta bigoli, el risotto y el famoso hígado veneciano. No olvides probar el aperitivo local: un spritz hecho con Aperol o Campari. La vibrante vida nocturna y la rica escena cultural de Padua la convierten en un destino fantástico tanto para excursiones de un día como para estancias más largas.

Verona: La Ciudad del Amor

El siguiente es Verona, una ciudad que no necesita presentación gracias a su asociación con Romeo y Julieta de Shakespeare. Pero hay mucho más en Verona que solo su reputación romántica. El centro histórico de la ciudad es un sitio del Patrimonio Mundial de la UNESCO, lleno de arquitectura romana, medieval y renacentista.

Comienza tu exploración en la Arena de Verona, un antiguo anfiteatro romano que aún está en uso hoy en día. Es una de las estructuras mejor conservadas de su tipo y alberga una variedad de actuaciones, incluyendo ópera durante los meses de verano. Desde allí, dirígete a la Piazza delle Erbe, una animada plaza que alguna vez fue el foro de la ciudad durante la época romana. Ahora es un bullicioso mercado donde puedes comprar souvenirs, productos locales y disfrutar de un café en uno de los muchos cafés.

Y sí, puedes visitar la Casa de Julieta y ver el famoso balcón. Aunque es un poco turístico, sigue siendo un lugar encantador para tomar una foto. Para una experiencia más auténtica, dirígete a Castelvecchio, una fortaleza medieval que ahora alberga un museo con una impresionante colección de arte y esculturas. Las vistas desde el puente del castillo sobre el río Adige son simplemente impresionantes.

La escena culinaria de Verona es otro punto destacado. Desde pastas abundantes hasta deliciosos pasteles, la ciudad ofrece un festín para tus papilas gustativas. Prueba la especialidad local, risotto all’Amarone, hecho con el rico vino tinto de la cercana región de Valpolicella. La mezcla de historia, cultura y romance de Verona la convierte en una visita obligada cuando estés en el área.

Vicenza: Maravillas Arquitectónicas

Vicenza puede no ser tan conocida como algunos de sus vecinos, pero es una joya escondida que definitivamente vale la pena visitar. La ciudad es sinónimo de las obras de Andrea Palladio, uno de los arquitectos más influyentes de la historia. Sus diseños neoclásicos han dejado una marca indeleble en la ciudad, ganándole un lugar en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.

Tu primera parada debería ser el Teatro Olímpico, la obra maestra de Palladio y el teatro cerrado más antiguo del mundo. El diseño impresionante y los detalles intrincados del teatro lo convierten en una experiencia cultural única. Luego, dirígete a la Basílica Palladiana en el corazón de la ciudad. Este edificio renacentista, con su distintiva logia, es un testimonio del genio de Palladio y ofrece vistas panorámicas desde su terraza en la azotea.

Otro lugar de visita obligada es la Villa La Rotonda, justo afuera de la ciudad. Esta villa palladiana es un ejemplo perfecto de simetría y armonía clásica, situada en hermosos jardines que te invitan a dar un paseo tranquilo. Vicenza también alberga numerosas iglesias y palacios que muestran una variedad de estilos arquitectónicos, desde el gótico hasta el barroco.

Los amantes de la gastronomía apreciarán las delicias culinarias de Vicenza. La ciudad es conocida por su baccalà alla vicentina, un plato tradicional hecho con bacalao seco, así como por sus deliciosos pasteles y vinos locales. Pasea por los mercados de la ciudad y prueba algunos de los productos locales, o disfruta de una comida en uno de los muchos excelentes restaurantes. El rico patrimonio arquitectónico y las ofertas culinarias de Vicenza la convierten en una adición encantadora a tu itinerario.

Treviso: Un Sabor de la Auténtica Italia

A solo un corto viaje en tren desde Venecia, Treviso ofrece una experiencia italiana más relajada y auténtica. A menudo eclipsada por sus vecinos más famosos, Treviso es una ciudad encantadora con una rica historia y una vibrante escena gastronómica. La ciudad es conocida por sus canales, que recuerdan a Venecia pero sin las multitudes, lo que la convierte en un lugar perfecto para una excursión de un día relajada.

Comienza tu visita en la Piazza dei Signori, la plaza principal y el corazón de Treviso. La plaza está rodeada de edificios históricos, incluyendo el Palazzo dei Trecento y la Loggia dei Cavalieri. Tómate un tiempo para explorar las calles cercanas, donde encontrarás una mezcla de boutiques, cafés y tiendas locales. No pierdas la oportunidad de visitar la Catedral de Treviso, con sus hermosos frescos e impresionante arquitectura.

Treviso también es famosa por ser el lugar de nacimiento del mundialmente conocido postre, el tiramisú. Puedes probar este delicioso manjar en varios cafés y restaurantes de la ciudad. La cocina local es igualmente impresionante, con platos como el radicchio di Treviso (un tipo de achicoria) y el risotto al Prosecco, hecho con el vino espumoso producido en las colinas cercanas de Valdobbiadene.

Para una tarde relajante, da un paseo por los canales de la ciudad y disfruta del pintoresco paisaje. También puedes visitar el Canal de los Buranelli, llamado así por los pescadores de la isla de Burano que solían vivir aquí. La combinación de historia, cultura y gastronomía de Treviso la convierte en un destino encantador que ofrece un sabor de la auténtica Italia.

Bolonia: Una Capital Culinaria

Aunque un poco más lejos de Venecia, Bolonia vale la pena el viaje, especialmente si eres amante de la comida. Conocida como “La Grassa” (La Gorda) por sus ricas tradiciones culinarias, Bolonia es la capital de la región de Emilia-Romaña y un paraíso para cualquiera que disfrute de la buena comida. La ciudad también alberga la universidad más antigua del mundo, lo que le da un ambiente animado e intelectual.

Comienza tu visita en la Piazza Maggiore, la plaza principal de la ciudad, donde encontrarás la impresionante Basílica de San Petronio. La plaza es un excelente punto de partida para explorar el centro histórico, que está lleno de torres medievales, pórticos y edificios de ladrillo rojo. No te pierdas las Dos Torres, la Asinelli y la Garisenda, que son símbolos icónicos de Bolonia. Si te animas a subir, la vista desde la cima de la Torre Asinelli vale absolutamente la pena.

La escena gastronómica de Bolonia es legendaria, y con razón. La ciudad es el lugar de nacimiento de algunos de los platos más famosos de Italia, incluyendo tagliatelle al ragù (conocido fuera de Italia como salsa boloñesa), tortellini y mortadela. Visita el Quadrilatero, una antigua zona de mercado donde puedes probar quesos locales, embutidos y pasta fresca. Para una experiencia más inmersiva, considera tomar una clase de cocina para aprender a hacer estos deliciosos platos tú mismo.

La ciudad también ofrece una variedad de atracciones culturales, desde la antigua Universidad de Bolonia hasta los numerosos museos y galerías. Ya sea que estés explorando sus calles históricas o disfrutando de sus delicias culinarias, Bolonia ofrece una experiencia rica y gratificante que vale la pena el viaje desde Venecia.

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Ferrara: Una Joya del Renacimiento

Otro destino fantástico cerca de Venecia es Ferrara, una ciudad que a menudo pasa desapercibida pero que está llena de encanto renacentista. Ferrara fue uno de los principales centros culturales durante el Renacimiento italiano, gracias al patrocinio de la poderosa familia Este. El centro histórico de la ciudad es un sitio del Patrimonio Mundial de la UNESCO, y es fácil ver por qué una vez que comienzas a explorar.

Tu primera parada debería ser el Castello Estense, un impresionante castillo rodeado de un foso justo en el corazón de la ciudad. Las torres, los puentes levadizos y los salones con frescos del castillo te dan una idea del opulento estilo de vida de la familia Este. Desde allí, dirígete al Palazzo dei Diamanti, nombrado así por sus distintivas piedras en forma de diamante que cubren el exterior. Este palacio ahora alberga la Galería Nacional de Arte, donde puedes admirar obras de artistas como Cosmè Tura y Dosso Dossi.

Ferrara también es conocida por sus bien conservadas murallas de la ciudad, que puedes caminar o recorrer en bicicleta para obtener una perspectiva única de la ciudad. Las murallas ofrecen vistas escénicas y una escapada tranquila de las bulliciosas calles. Para un sabor de la cultura local, visita el Mercato Albinelli, un mercado cubierto donde puedes encontrar productos frescos, mariscos y especialidades locales como los cappellacci di zucca (pasta rellena de calabaza).

La escena gastronómica de la ciudad es otro punto destacado. Ferrara es famosa por su salama da sugo, un tipo de salchicha curada, así como por sus deliciosos pasteles como el panpepato, un pastel especiado con nueces y fruta confitada. Ya sea que estés explorando sus sitios históricos o disfrutando de sus delicias culinarias, Ferrara ofrece una experiencia rica y gratificante que es perfecta para una excursión de un día o una estancia más larga.